No sé si a vosotros también os ocurre, pero a mí, cuando paso por delante de una librería, empiezo a caminar algo más despacio. En cambio, el corazón se me acelera y los ojos se me escapan del cuerpo. Me suelo quedar pegado al escaparate un instante y estiro el cuello intentando vislumbrar el interior. ¿Cómo será por dentro?, me pregunto. A veces entro; otras, no me atrevo. Me da rabia salir sin comprar y uno no puede tener todos los libros que quiere. Pero a veces simplemente entro a curiosear y me pierdo entre sus estantes. Mis padres tenían una librería, en realidad era una librería-imprenta-papelería: Gráficas Ortega, en Calahorra. También los abuelos de Lola, mi pareja: Librería Denis, referencia cultural en la Málaga del siglo XX. Crecí detrás del mostrador. Sentado en el suelo, con un cuento en las rodillas. Don Mikis, Astérix, Mortadelos, Los tres investigadores, Los cinco, Agatha Christie…, luego llegaron otras lecturas y empecé a escribir. También hubo épocas en las que apenas leí, es verdad, pero los libros siempre han formado parte de mi vida. Solía llevármelos a casa y luego los devolvía. A veces, si se rompía una esquina, o le caía una mancha, o si me gustaban demasiado, me los quedaba. ¡Benditos tesoros! La pandemia se ha cebado con muchos negocios. Las librerías, sin duda, es uno de los sectores que peor lo está pasando. Antes de la pandemia, en plena recuperación económica, en España seguían cerrando más de 2 librerías al día. Pero también se abrían nuevas y algunas se reinventaban con cafés-librerías, presentaciones, salas de exposiciones… Puede que el comercio electrónico lo esté cambiando todo, pero creo que no podrán con ellas. Como ya sabéis en La toalla del Boxeador pusimos en marcha el Concurso de microrrelatos “Las librerías también son para el verano”, con el que queríamos rendir un pequeño homenaje a las librerías y a los libreros. Es un concurso hecho entre amigos, pero recibimos nada más y nada menos que 525€ en donativos para gastar en librerías que hemos repartido, de forma simbólica, en 6 premios y 7 librerías de toda España. Cada uno de los miembros del jurado, Manu Espada, Arantza, Nicolás, Javi, Almu y Manuel Rebollar, ha elegido una librería,. intentamos que los ganadores del concurso pudiesen acudir directamente a elegir los libros en persona (sí, por internet no es lo mismo). Las librerías donde los ganadores podrán usar sus cheques son estas:
-Casa Tomada elegida por Javi Regalado, para Salvador Terceño, ganador de uno de los dos primeros premios, por Antología de ausencias.
-Nexus 4, en Santander, especializada en comic, elegida por Manuel Rebollar, para Lucas Romano, ganador de uno de los primeros premios por Maestro de Escuela.
-El Cascanueces, en La Coruña, la librería elegida por Arantza Portabales, también para Lucas Romano.
-Cervantes y compañía, en Madrid, seleccionada por Manu Espada para Manuel Montesinos, 1er accésit por "Buen viaje".
--Ramón Llull, la favorita de Nicolás Jarque en Valencia, para Francesc Barberá, 3º accésit por "Ópera Prima".
--Rafael Alberti, la librería favorita de Almu Ballester, en Madrid, que la ha elegido para Alberto Jesús Vargas, 2º accésit por "Presencia".
-Y la Librería Palas, en Sevilla, elegida por mí, para Pablo Núñez, con su ayuda, 4º accésit, por Olor a papel y Chanel
Muchas gracias a sus libreros, por el entusiasmo con el que han acogido la idea y el cariño con el que nos han tratado.
Muchas gracias a todos los que aportasteis donativos a los premios.
Muchas gracias a todos los que participasteis en el concurso.
Muchas gracias al superjurado.
¡Y larga vida a todas las librerías!
Muy buena iniciativa. Siento llegar tarde al concurso.
ResponderEliminarUn saludo.