Para el concurso #NuestrosMayores de Zenda
Desorden familiar
Hace tiempo que los días se parecen demasiado unos a otros y en la cabeza del viejo, que lleva ya varias semanas varado en el sofá, se empiezan a mezclar rostros, fechas y lugares, con la televisión de fondo. Al nieto, que se llama Andrés y es una fotocopia en color del hijo, ahora lo llama Joaquín, y a Joaquín, en cambio, lo trata de usted. Cada vez que la nuera le acerca un vaso de agua para que se tome las pastillas, él la invita a bailar y le lanza un piropo. En los últimos días solo canta viejas coplillas y ya no habla más que de mulos y simientes, de arados y mieses. Todos se empeñan en sacarle continuamente de sus errores, menos el chaval que sin saber muy bien por qué, quizás porque ya se ha cansado hasta de jugar a la play, ha comenzado a seguirle la corriente. El tono sepia ha acabado por impregnar las paredes del salón y, al final, todos han aceptado de buen grado el caos familiar. Ahora el hijo es el padre; el nieto, el hijo; y la nuera, la mujer. Algún día terminará el confinamiento y recuperarán el orden familiar, pero mientras tanto el abuelo ha vuelto a sonreír.
(Edición 16/05/2020):
Muy feliz de que finalmente Desorden familiar se haya colado entre los diez finalistas del Concurso #NuestrosMayores sobre el confinamiento, organizado por Zenda. El jurado estuvo formado por Juan Eslava Galán, Juan Gómez-Jurado, Espido Freire, Paula Izquierdo y la agente literaria Palmira Márquez y el ganador final fue Alcanfor, de Rodríguez Valladares. Entre los finalistas, además dos buenas amigas: Beatriz Díaz, con sus Croquetas en la distancia, y Mar Horno, con sus Cielos.
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