¡BIENVENIDOS A ESTE RING!

Tomen asiento, señoras y señores. ¡Bienvenidos a este ring! Griten, animen, protesten, expresen, alienten, inciten, espoleen, vociferen, pinchen, empujen, abucheen, aclamen, comenten, reivindiquen, pateleen, piten, abronquen, reprochen, aplaudan... ¡Esto es pasión por la literatura!

martes, 4 de diciembre de 2018

107º ASALTO: CORRE, CORRE, QUE TE VAN A ECHAR EL GUANTE




Corre, corre, que te van a echar el guante
En cuanto salgo del banco, me deshago del pasamontañas y la pistola de juguete, me pego el dorsal al pecho y, con el botín en la mochila, me disuelvo entre la marabunta de corredores que, en ese momento, toman la salida delante justo de la sucursal. El plan es perfecto, correr camuflado entre la multitud y abandonar la carrera una vez cruzado el puente, justo donde he aparcado el coche. Qué emoción. Poco a poco voy adelantando a algunos atletas y, antes de llegar al puente, ya tengo muy cerca al grupo de cabeza. La adrenalina corre por mi cuerpo a mayor velocidad que en el atraco y pienso que es una lástima abandonar justo ahora. Así que sigo corriendo hasta alcanzar a todos y cruzar la meta, entre aplausos. Cuando bajo del pódium, la policía me está esperando; la medalla no dejo que me la quiten. 


Relato seleccionado en el VI concurso de microrrelatos de la San Silvestre Salmantina. El podíum fue para Ander Balzategui (Oro), Patricia Collazo (Plata) y Modes Lobato (Bronce). Todos los relatos seleccionados se pueden leer AQUÍ.


viernes, 23 de noviembre de 2018

EL COMBATE DE LOS VIERNES: DON JUAN RAMÓN JIMÉNEZ VS. DON RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

Hay quien piensa que esto del microrrelato es una moda y un invento de las redes sociales. Hoy, en los Combates de la Toalla, dos pioneros del género, dos maestros, dos autores de cuando el microrrelato ni siquiera se llamaba microrrelato.
A mi izquierda, desde Moguer, el poeta del mar, el hombre que inventó a Platero, el premio Nobel de literatura… ¡don Juan Ramón Jiménez con “La caja torcida”!
A mi derecha, llegado desde las vanguardias, el señor de las gregerías, el inventor del tweet, el gran… ¡don Ramón Gómez de la Serna con su Carnaval!
Ya saben: comenten, compartan sus opiniones, apuesten por su favorito y, sobre todo, disfruten del combate.


LA CAJA TORCIDA, DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Tenía la manía bella de lo derecho, lo recto, lo cuadrado. Se pasaba el día poniendo bien, en exacta correspondencia de líneas, cuadros, muebles, alfombras, puertas, biombos.
Su día era un sufrimiento terrible y una espantosa pérdida de tiempo. Iba detrás de familiares y criados, ordenando lo desordenado. Comprendía bien el cuento del que se sacó una muela sana de la derecha porque tuvo que sacarse una dañada de la izquierda.
Cuando se estaba muriendo, suplicaba a todos que le pusieran exacta la cama en relación con la cómoda, el armario, los cuadros.
Y cuando murió, el enterrador le dejó la caja torcida en la tumba para siempre.

INVENCIÓN DEL CARNAVAL, DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
En aquel primer Carnaval del mundo, cuando aún no existían más seres humanos que los que componían la primera pareja, Adán sintió ganas de disfrazarse para dar broma a Eva, y tomando un pámpano, le abrió los dos agujeros de los ojos y lo convirtió en careta. Después envolvió su cuerpo en grandes hojas de tabaco y de esa guisa se dirigió a Eva.
Eva, un poco sorprendida ante aquella voz de falsete que le preguntaba con insistencia: “¿Quién soy?, ¿quién soy?”, respondió:
–¡Pedro!


En la página de facebook de La toalla del Boxeador se puede votar y ver los resultados.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

GANCHO DE IZQUIERDAS: LOS IMPUESTOS (GANADOR SEMANAL EN CUENTA 140)


Este gancho de izquierdas ha sido elegido ganador semanal del Concurso Cuenta 140 de El Cultural, sobre “los impuestos. 

Pese a que el empresario contaba con los mejores asesores fiscales, todas las declaraciones de amor le acababan saliendo a pagar.


Se pueden leer los relatos seleccionados y participar en el concurso semanal en la web de EL CULTURAL

lunes, 12 de noviembre de 2018

106º ASALTO: ESTADÍSTICAS


ESTADÍSTICAS
A partir de 1977 los meteorólogos estadounidenses comenzaron a denominar a los huracanes con nombres masculinos, en lugar de utilizar únicamente términos femeninos como se venía haciendo hasta entonces. Tras más de tres décadas de estudios y análisis, el departamento de Estadística ha podido comprobar que los efectos producidos por Amanda, Bárbara o Carmen no son ni más ni menos devastadores que los generados por Douglas, Eddy o Félix. Sin embargo, también hay datos que confirman que Gilda, Hillary o Irene siempre acaban provocando, en el corazón de la población masculina de la Costa Este, una extraña sensación de melancolía que perdura durante varias semanas.
Incluido en Microenciclopedia ilustrada del amor y el desamor, Talentura Libros. Ilustración de Nacho Gallego

lunes, 5 de noviembre de 2018

105º ASALTO: EL MUNDO AL REVÉS



El mundo al revés

Papá intentaba modular la voz, ponerla ronca si hablaba el lobo o aguda cuando respondían los enanitos, pero lo hacía fatal y confundía las historias: lo mismo le probaba el zapato a Blancanieves que envenenaba a Caperucita. A veces se le escapaba una lágrima y tenía que ayudarle a seguir, hasta que poco a poco me hacía la dormida. Con los ojos cerrados le oía salir del cuarto y encender la tele. Al rato, cuando todo parecía en calma, me asomaba a hurtadillas, apagaba la tele, le quitaba los zapatos, le arropaba con una manta y le daba un beso. 

El mundo al revés fue seleccionado en el programa Wonderland, de RADIO 4

viernes, 2 de noviembre de 2018

EL COMBATE DE LOS VIERNES: MANU ESPADA VS. AGUSTÍN MARTINEZ VALDERRAMA

Hoy, en el combates de la toalla, dos de los autores que más seguíamos y más punch tenían durante la época dorada de los blogs, se enfrentan cara a cara con los micros con los que ganaron el concurso de la Ser, Relatos en Cadena, en 2010 y 2011: Manu Espada, y su Rueda de Reconocimiento, contra Agustín Martínez Valderrama, y su Carne Rebozada.

Desde entonces, Manu no se ha bajado del ring y ha publicado Zoom (Paréntesis, 2011, reeditado por Talentura en 2017), Personajes secundarios (Menos cuarto, 2015) y Preticor (Cuadernos del Vigía, 2018). Agustín, en cambio, después de Sentido sin alguno (Talentura, 2013), uno de mejores los libros de microrrelatos que he leído, parece que colgó los guantes y, lamentablemente, le hemos perdido la pista. Disfruten del combate y apuesten por su favorito.
Disfruta del combate.



RUEDA DE RECONOCIMIENTO, DE MANU ESPADA
Entonces reconocí la mirada de la fotografía. Era aquel cerdo del callejón. El policía asintió con la cabeza y le dio el retrato a otro agente. 'Dicta una orden de busca y captura', le dijo. A la semana siguiente, me llamaron para una rueda de reconocimiento. Me pusieron tras un cristal y entraron cinco hombres. “¿Cuál de ellos lo hizo?”, me preguntaron. Dudé un instante, pero después de examinar los ojos de todos lo tuve claro: “El de la camisa azul”. A los otros cuatro los soltaron, pero yo seguí al del jersey rojo hasta su casa. Saqué las tijeras y le dije: “¿Te acuerdas de mí?”.



 

















CARNE REBOZADA, DE AGUSTÍN MARTÍNEZ VALDERRAMA
La cena se enfriaba en la mesa y nuestro vecino seguía igual. Desnudo, subido en una silla y con una soga al cuello. A veces, bajaba y deambulaba cabizbajo por la habitación. De aquí para allá. De allá para aquí. Luego volvía a subirse, se anudaba la cuerda y colocaba los pies en el filo. Así llevaba toda la tarde. Nosotros, desde la ventana, lo observábamos expectantes. Papá decía que sí. Mamá decía que no. Pero el hombre, que si sí, que si no, no se decidía nunca. Al final, corrimos las cortinas y nos sentamos a la mesa. La carne rebozada fría no vale nada.


¿Con cuál se quedan?
 También pueden votar en el Facebook de La toalla del boxeador.

viernes, 12 de octubre de 2018

EL COMBATE DE LOS VIERNES: MONTERROSO VS ARREOLA


Hoy, en los combates de La toalla, dos de los padres del microrrelato, dos auténticas bestias del género: Augusto “Dinosaurio” Monterroso, con La mosca que soñaba que era un águila, y Juan José Arreola, “el Tigre de Jalisco”, con su Sapo. ¿Tú por cuál apuestas?


EL SAPO, de Juan José Arreola
Salta de vez en cuando, sólo para comprobar su radical estático. El salto tiene algo de latido: viéndolo bien, el sapo es todo corazón.
Prensado en un bloque de lodo frío, el sapo se sumerge en el invierno como una lamentable crisálida. Se despierta en primavera, consciente de que ninguna metamorfosis se ha operado en él. Es más sapo que nunca, en su profunda desecación. Aguarda en silencio las primeras lluvias.
Y un buen día surge de la tierra blanda, pesado de humedad, henchido de savia rencorosa, como un corazón tirado al suelo. En su actitud de esfinge hay una secreta proposición de canje, y la fealdad del sapo aparece ante nosotros con una abrumadora cualidad de espejo.


LA MOSCA QUE SOÑABA QUE ERA UN ÁGUILA, de Augusto Monterroso
Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.
En realidad no quería andar en las grandes alturas, o en los espacios libres, ni mucho menos.
Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.

domingo, 7 de octubre de 2018

104º ASALTO: TIRAR DE LA PALANCA EN CASO DE EMERGENCIA

Tirar de la palanca en caso de emergencia
Estás cansada y sientes frío, aunque él te abrace. En los vagones de primera la temperatura siempre es demasiado baja. Apoyas la cabeza en su hombro y cierras los ojos, intentando distinguir el imperceptible traqueteo del tren. Tendrías que dormirte pero no lo consigues. Hace tanto que viajas en una duermevela constante que ya no sabes si esta era la vida que habías soñado o si todavía sigues soñando. A veces, abres los ojos y la velocidad de los árboles te asusta. Te gustaría levantarte y tirar de la palanca, que el tren y los árboles frenasen de golpe, que las nubes y las personas se detuviesen, para bajarte en medio de la nada, para caminar descalza y volver a sentir el cosquilleo de la hierba en las plantas de los pies, el sol ruborizarte las mejillas; pero no te atreves, llevas tanto tiempo subida a su tren de vida que ya no te atreves. Y te dejas llevar por ese traqueteo imperceptible, mientras te haces la dormida y te abrazas a él, intentando combatir ese frío que llena los vagones de primera, donde el aire acondicionado siempre está demasiado alto.
Relato inpirado en la fotografía de Vivian Maier que encabeza el texto para la web-concurso de ENTC

viernes, 5 de octubre de 2018

EL COMBATE DE LOS VIERNES: MILLÁS VS MATEO DÍAZ

Hoy, en los combates de La toalla, dos veteranos del microrrelato, dos grandes de la literatura: Juan José Millas y Luis Mateo Diez nos enseñan sus cartas. Levántense y aplaudan.

CARTA DEL ENAMORADO, DE JUAN JOSÉ MILLÁS
Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.


miércoles, 8 de agosto de 2018

103º ASALTO: OLA DE CALOR

Continúa la ola de calor en toda España. Las autoridades sanitarias recomiendan hidratarse, no salir de casa en las horas centrales ni hacer ejercicio físico. Y sobre todo leer, leer y leer.


OLA DE CALOR
Desde que volviste, las temperaturas no paran de subir y los poetas se evaporan al sol, dejando un charco de letras sobre la acera. Un verso fortuito se está propagando por la ciudad, algunos dicen que tú lo provocaste. Las farolas se encienden solas y las nubes explotan en el cielo como palomitas de maíz. En casa he tenido que poner el aire acondicionado al máximo. El consumo de energía se me ha disparado y una bala me ha rozado el corazón. En la tele alertan de la ola de calor y del color de tu vestido. Yo he comenzado a arder de pasión.

Relato incluido en Microenciclopedia ilustrada del amor y el desamor, Ernesto Ortega y Nacho Gallego. TALENTURA Libros.

jueves, 26 de julio de 2018

102º ASALTO: ROLLO DE VERANO

Unos dicen que en verano, en Madrid, se está de vicio; otros, que en esta ciudad el verano se hace insoportable. Un relato veraniego, incluido en la Microenciclopedia, para sobrellevarlo mejor. La ilustración es de Nacho Gallego, realizada en blanco y negro para el libro y coloreada con posterioridad. 

ROLLO DE VERANO
Te he visto al otro lado del semáforo. Me gusta cómo te queda el pelo suelto, por encima de los hombros. Una gota de sudor resbala por mi frente y, antes de estrellarse en el asfalto, se desintegra en el aire. El calor de agosto es insoportable y la espera se me hace eterna. No importa. Cuestión de tiempo. Sé que, aunque te suene a tópico, estamos destinados a encontrarnos. El semáforo empieza a parpadear. Solo unos segundos, solo unos metros y estaremos juntos. Verde, por fin, verde. Entonces avanzamos, con decisión, los dos a la vez, buscándonos entre la multitud y, durante un instante, nuestras miradas se cruzan y tú me sonríes, y tu sonrisa y tu melena se giran al unísono, como si fueses la protagonista de un anuncio de champú, hasta que poco a poco te vas alejando de mí y das por terminada nuestra relación, este rollo de verano que ya se está acabando. Sin ti, agosto será interminable. Quizás en otro semáforo consiga olvidarte.
Ilustración, Nacho Gallego. Texto, Ernesto Ortega.
Microenciclopedia ilustrado del amor y el desamor (Talentura Libros, 2016)

lunes, 9 de julio de 2018

101º ASALTO: PORCENTAJES

Porcentajes

Dicen que el 70 % de nuestro cuerpo es agua. El 30 % restante, huesos, vísceras, grasas. Dicen que solo utilizamos un 10 % del cerebro. Las rubias menos, dicen. Hay 7 mujeres por cada hombre, dicen, y él me fue a elegir a mí. A la rubia: 90, 60, 90. Un cuerpo 10, dicen. Y yo, me derrito por él y me entrego al 100 %. 70 % agua. Toda humedad. Y me paseo desnuda por esta mansión de lujo a la que solo podría acceder el 1 % de la población, esa población que acumula el 99 % de la riqueza mundial, mientras mi cuerpo perfecto se derrite al sol, como si fuese un reloj daliniano y millones de personas sueñan conmigo, con poseer aunque solo fuese el 3 % de mí. Puta, dicen. Tonta, dicen. Y yo solo deseo zambullirme en la piscina, ser agua, 100 % agua, como en ese anuncio de coches, y dejarme llevar en un descapotable rojo al fin del mundo, como una rubia cualquiera. Porque solo los tontos son felices, dicen, porque si no acabaría por evaporarme al sol, dejando, en el césped, un 30 % de huesos, vísceras, grasas.

Microrrelato creado para Esta noche te cuento sobre la fotografía de Benoit Courti que ilustra el texto.

miércoles, 27 de junio de 2018

FINAL ANUAL RELATOS EN CADENA: XI EDICIÓN

El próximo lunes, 2 de julio, llega, un año más y van 11, la final de RELATOS EN CADENA, el concurso de la SER y la Escuela de Escritores. Y estos son los 10 finalistas, seleccionados entre los más de 20.000 microrrelatos recibidos. Solo uno se llevará el premio final: 6.000€. Que los dinosaurios repartan suerte.


JUNIO
Mundo subterráneo, de Asier Susaeta
Prefiero las ratas porque, aunque lentas, son de fiar. El resto prefiere tirarles huesos a los caimanes para que se los traigan, luego los acarician y claro, así a casi todos les faltan dedos. Por suerte sólo se necesitan dos para jugar a los bolos con una calavera de las redonditas, de las de abuela. Al quién es quién, sin embargo, pueden jugar hasta los mancos. Cronometramos un minuto de lloriqueos, cada uno hace su apuesta y después les preguntamos cómo se llaman a través de la alcantarilla. Los muy ilusos siempre nos hacen prometerles antes de responder que los dejaremos entrar.

MAYO
Venganza mortal, de Nicolás Jarque
Cuando éramos jóvenes practicábamos la inconsciencia, hacíamos gala de ello. Quien más quien menos, entre mis amigos, se solía emborrachar, caminar por la barandilla del puente de los colgados, nadar a contracorriente las noches de mar picada. La Muerte nos temía. Cuando la veíamos aparecer al final de una callejuela, en el rincón más oscuro de una taberna o en medio de un tumulto, con esa pose tan regia, nos mofábamos sin piedad. Ella bajaba la cabeza y se marchaba arrastrando su túnica. Ahora nos arrepentimos. Pasan los años lentamente y la Muerte se ha olvidado de nosotros.

ABRIL
Luchas a distancia, de Alba Baro
Pesaban muy poco pero aplastaban sueños. Seleccionábamos las piedrecillas más pequeñas, aquellas que apenas se percibían escondidas en nuestros bolsillos. Luego, encogidos entre los arbustos, apuntábamos, guiñando un ojo, mordiéndonos la lengua, para terminar celebrando en un silencio exultante cada barquito derruido. Al otro lado, los niñitos repeinados, con cuellos camiseros y pantalones de pana lloriqueaban demandando la presencia de sus nanys.
Décadas después se cobraban su venganza. Con sus ligeras plumas trazaban gráciles firmas que nos enviaban de una patada a las duras calles.

MARZO
Pagar las facturas, de Fernando Díaz
Salieron juntos cogidos de la mano después de limpiar el cuadrilátero, coserse las heridas y darse una ducha. Como cada noche, se llevaron el montante de la bolsa a casa. Abrazados en la cama, dijeron que sería la última vez; ya se las apañarían para pagar las facturas.

FEBRERO
Dilema, de Rafa Olivares
Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá durante horas. Aunque en realidad las opciones no eran tantas: o bajo la palmera o en la orilla, con los pies a remojo mientras pescaban.

ENERO
Mimos, de Lorenzo Rubio
Pestañeó dos veces para decir que sí estaba bueno el filete, pero se había quedado con hambre. Su mujer le respondió con aplausos. Claramente, eso significaba te fastidias, haberlo acompañado con pan. Enojado, él se tocó las orejas para pedirle el divorcio, pero automáticamente ella reaccionó tirándose de los pelos. Era lo más bonito que nunca le había susurrado, así que la perdonó hurgándose la nariz. Fue cuando su esposa hizo la ola levantando y bajando los brazos, una señal inequívoca. Excitadísimos los dos, se fueron dando saltos de rana hacia el dormitorio. Ya recogerían la mesa mañana.

DICIEMBRE
Padre permisivo, de Victoria de la Fuente
Su padre también le dejaba conducir la furgoneta, arreglar la cerca, bajar los sábados al cine del pueblo, ir al bosque a coger leña y piñas para encender la chimenea y, esa Navidad, le permitió poner él solo las luces del árbol. Lo único que le tenía prohibido, desde que su madre los abandonó para irse con otro, era bucear en el lago que había al lado de la casa.

NOVIEMBRE
Mi bebé, de Carmen Alonso
Y se ríe, se ríe con cualquier cosa. Se ríe al despertarse, y antes de dormir, y cuando lo tomo en brazos y lo beso, y cuando salimos a pasear, y cuando lo baño. Solamente llora cuando le doy de comer, no le gusta la papilla que le hago con patata, zanahoria y un poco de pollo; lo pongo todo a hervir y cuando está hecho lo paso con la batidora.
Desde el día en que lo vi en el parque supe que yo sabría hacerle feliz. ¿Qué será lo que le falta al puré?, ¿Qué será lo que le ponía su madre?

OCTUBRE
El deseo, de Francesc Barberá
La ciudad del amor cambió totalmente a papá. Cuando volvieron del viaje, mamá estaba entusiasmada. Pero no tardó en arrepentirse de haber pedido aquel deseo. Papá hacía cosas muy raras: todas las noches le cantaba una serenata y le llenaba la habitación de rosas. Incluso llegó a contratar un avión para que dibujara sus nombres en el cielo. Han decidido volver a París. Papá quiere casarse frente a la Torre Eiffel. Mamá está deseando regresar a aquel puente, cerrar los ojos y pedir que todo vuelva a ser como antes.

SEPTIEMBRE
Itinerantes, de Patricia Collazo
La casa ha comenzado a llenarse de hormigas, dice mi madre. Y nos mudamos de ciudad. Eso ocurre cada tres o cuatro meses. Mi hermana y yo hemos pasado por tantos colegios que ya no recordamos sus nombres.
Cuando nos instalamos, llama a mi tía y le dice que ya estamos a salvo. Pero nunca le quiere dar la nueva dirección. Te conviene no saberla, suele decirle. Como si las hormigas fueran capaces de sonsacársela para poder dar con nosotros de nuevo. Aunque tome tales precauciones, lo mismo da. Ellas terminan encontrándonos. Y toca recogerlo todo, cargar el coche y cambiar de amigos y de cole. Otra vez.


domingo, 28 de enero de 2018

100º ASALTO: MALOS TIEMPOS PARA LAS HADAS (FINALISTA ANUAL ENTC)



MALOS TIEMPOS PARA LAS HADAS
Cuando estalló la crisis, papá ya no pudo comprarnos más libros y las brujas y las hadas se vieron obligadas a emigrar a Alemania, en busca de trabajo. Los lobos, en cambio, se disfrazaron de corderos y huyeron a Wall Street, donde la realidad cotiza al alza y la magia consiste básicamente en multiplicar por dos el valor de las acciones. Los gnomos no pudieron hacer frente a los préstamos hipotecarios. Ni encadenados a sus setas lograron evitar que los desahuciasen. La casita de chocolate también se la ha quedado el banco. Con el calentamiento global acabará por derretirse. El lago donde otrora chapoteábamos felices está casi vacío. Los sapos agonizan al sol, mientras esperan a que alguien los bese, y hasta los patitos más feos han perdido toda esperanza de convertirse en cisnes. Como no tenían papeles, los duendes y los elfos fueron expulsados. Los ogros perdieron el apetito y las perdices están en peligro de extinción. Dicen que habíamos imaginado por encima de nuestras posibilidades, pero a papá no le importa. Cada noche, antes de dormir, entra en nuestro cuarto y se inventa un cuento. Y así vamos llegando a fin de mes.


Malos tiempos para las hadas se ha colado entre los 10 finalistas anuales (11 al final) del concurso  ENTC. Todo un lujazo para mí, por lo que significa entre concurso y por la calidad de sus participantes. Feliz, como una perdiz, aunque estén en peligro de extinción. Podéis leer el resto de finalistas en la web de ENTC.

martes, 23 de enero de 2018

TRES ILUSTRACIONES DE LA MICROENCICLOPEDIA

OCHO SEMANAS
Me pasé todo el tiempo utilizando el futuro perfecto en lugar del presente simple. Ahorré para que viajásemos juntos a París en vez de llevarla cada noche al paraíso. Me aprendí su biografía antes que el mapa de lunares de su espalda. Ayer me dejó. Todo se acaba: la primavera, la pasta de dientes y el amor. Debería haber vivido cada momento como si fuese el último, pero cuando le bajé la cremallera del vestido por primera vez, solo encontré una mariposa tatuada en el hombro. Nada que advirtiese «consumir preferentemente antes de»:

SUPLENTE
Cuando Irina, y sus piernas, se cruzaron en nuestros entrenamientos, Tony comenzó a cantar. Se quedaba embobado mirándola bajo la lluvia, mientras le metían un gol tras otro, y entraba en la ducha tarareando estúpidas canciones de amor. Empezó a salir con ella y acabó por faltar a los partidos. Él era el mejor, la estrella, y yo solo el portero suplente. ¿Alguna vez habéis sentido que de repente os cae encima toda la responsabilidad? Era mi gran oportunidad. Pensé que, por una vez, yo también podía ser útil al equipo. Hice todo lo que pude. ¿Mereció la pena? Creo que sí. He oído que ganamos la Copa y que Tony paró el penalti definitivo. Yo me tengo que conformar con tararear esas canciones que tanto odiábamos y pasear bajo la lluvia de su mano.

SOLEDADES
A veces, coge el teléfono y marca su número. Cuando salta el contestador, deja grabadas todas esas cosas que nunca se atrevió a decir. Otras, en cambio, cuando no puede más, llama directamente al buzón de voz y escucha todo eso que le hubiese gustado que le dijesen.
Textos: Ernesto Ortega Ilustraciones: Nacho Gallego