Entré en un bar cerca los juzgados y pedí un gin tonic con especias
para celebrarlo. Con un caso tan difícil y mediático, mi tarifa subiría.
Me harían socio. Mi padre estaría orgulloso. Es un hombre de pueblo que
trabajó duro para poder darme una carrera. Si soy abogado, se lo debo a
él. Iba a mandarle un correo electrónico para contárselo, cuando
reconocí al hombre de al lado. Leía el periódico. Lo había visto en el
juicio. Me había fijado en él porque me recordaba a mi padre, pero había
encogido y desbordaba tristeza.
-¿Cree que es justo? –me preguntó.
-Es la ley –respondí.
Dejó el periódico sobre la mesa y se marchó. La portada decía:
“Cuatro años de cárcel para Miguel Ángel Flores por la tragedia del Madrid Arena”.
El gin tonic sabía amargo. Pensé que no era necesario contárselo. Seguramente mi padre ya se habría enterado.
Este relato fue seleccionado en el mes de septiembre en el Concurso de Relatos sobre abogados.
Cada día me peleo con mi sombra por seguir escribiendo. Disfruten del combate.
¡BIENVENIDOS A ESTE RING!
Tomen asiento, señoras y señores. ¡Bienvenidos a este ring! Griten, animen, protesten, expresen, alienten, inciten, espoleen, vociferen, pinchen, empujen, abucheen, aclamen, comenten, reivindiquen, pateleen, piten, abronquen, reprochen, aplaudan... ¡Esto es pasión por la literatura!
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