Esta
ciudad refugio, situada en al oeste de las Montañas Nubladas, en un
escarpado valle de la región de Eriador,
es un destino muy apropiado para pasar los veranos. Su aire puro, sus
bellos paisajes y sus famosas cascadas, muy apreciadas por sus propiedades
curativas, en las que podrás bañarte entre elfos y elfas, lo convierten en un
paraíso desestresante del que volverás como nuevo. Lo peor es que no hay vuelos
directos y solo se puede llegar a pie, o a caballo, vía Oslo, atravesando el
Bosque de los Trolls, pero el riesgo merece la pena. Lleva ropa de abrigo, ya
que refresca por las noches, y cambia dinero antes de viajar, porque resulta
prácticamente imposible encontrar un cajero automático. No te pierdas su
sabrosa cerveza. Un último consejo: ni se te ocurra coger la excursión a
Mordor, por muy barata que te la ofrezcan.
Idioma: Élfico. Moneda: Penique de
plata.
De la serie PARAÍSOS LITERARIOS PARA ESTAS VACACIONES: Puedes saber más acerca de este destino en las novelas "El Hobbit" y "El señor de los anillos", de J.R.R Tolkien.
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