Ítaca es una pequeña y tranquila
isla, con forma de ocho, situada en el Jónico. Pero llegar a Ítaca puede
convertirse en una auténtica Odisea, ya sea desde Atenas, atravesando el
Peloponeso, por Patras y el puerto de Astakos, o vía Cefalonia. Además, no te
vamos a engañar, comparada con cualquiera de las islas de los alrededores, en
Ítaca tampoco es que haya gran cosa que hacer, ni sus playas son las mejores de
Grecia, ni tiene valiosos restos arqueológicos, ni hay discotecas en las que
bailar el sirtaki hasta las tantas. Te recomendamos pues que, como buen
viajero, aprendas a disfrutar del trayecto, en el que atravesarás bellos
escenarios y te encontrarás con criaturas mitológicas, como hermosas sirenas
con grandes pechos y voz de Nana Mouskouri, bellas ninfas y esculturales adonis, lestrigones hambrientos y cíclopes cabreados. Todos
con un único objetivo: que te quedes por el camino. Lleva dracmas, cuando
llegues a Ítaca a lo mejor ya no te valen los euros y no vuelvas sin haber
probado su famoso yogurt ni haberte emborrachado de ouzo, el auténtico elixir
de los dioses.
Idioma: Griego clásico
Moneda: El euro o el dracma, ¿quién
sabe?
Clima: Mediterráneo
Más información en “La Odisea”, de
Homero, y en la oficina de turismo de Grecia.