Había
brotado en medio del huerto un imponente piano de cola. La noticia entró en la
peluquería, atravesó la plaza y salió del bar. En pocas horas el pueblo entero
desfiló por allí. Resultó que todos entendían de pianos: que si un Bösendorfer siempre será un Bösendorfer, que donde esté un Steinway… Quisieron escucharlo, tocarlo, acariciarlo.
Se organizaron cursos, concursos, conciertos. Hasta que un buen día el interés
empezó a disminuir y una mañana, cuando ya solo los pájaros le prestaban
atención, la grúa se lo llevó al depósito municipal. Y allí sigue, en silencio,
acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la nave
espacial.
Con este microrrelato inspirado en la frase que dejó Xabier Blanco he conseguido colarme otra vez en la final semanal del Concurso Relatos en Cadena, de la Ser, muy bien acompañado por Calmencita Feroz y Maria Elejoste (Mel).
Os dejo el audio por si os lo habéis perdido.
Audio del programa
Os dejo el audio por si os lo habéis perdido.
Audio del programa
¡Gracias a todos por el apoyo!
Me declaro fan, fan, fan de este micro, me encanta :D felicidades.
ResponderEliminarSí señor, me gusta mucho. Me ha recordado al piano de mi abuela.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades
Mi enhorabuena otra vez, Ernesto. Esto se complica para final de mes.
ResponderEliminarMe alegro, ya te tocaba, leñe!!!
Un abrazo.
Hermoso relato, visual, tierno, nostálgico, personalizando objetos que representan pequeños fragmentos de vida de los humanos que los han admirado en algún momento. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe encanta. Me ha salido un piano en medio del bancal!!
ResponderEliminarEnhorabuena, Ernesto, ese piano que como todas las novedades, acaba siendo solo un trasto más... Menos mal que mi piano ahora lo tocan mis hijos. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarENHORABUENA!!
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo. Pese a que el de María también era buenísimo, estaba decidida por el tuyo desde la primera vez que lo leí. Ha sido un placer haber compartido ondas contigo. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Ernesto!
ResponderEliminarEs un microrrelato muy floral y que acopla el surrealismo a la realidad con esos objetos que pasan de moda.
¡Mucha suerte para la final mensual!
Abrazos.
Buenísimo Ernesto. Enhorabuena, una gran final semanal la de ayer, de las mejores que recuerdo.
ResponderEliminarComo me gustaría tener la llave de ese almacén, je je.
Abrazos campeón, y suerte, que te queda un buen combate en la mensual.
Enhorabuena Ernesto, muy a gusto de tenerte de contrincante, aunque me hayas noqueado -siguiiéndote la broma del púgil-
ResponderEliminarUn placer, disfrútalo!!!
¡Suerte en la próxima ronda, Ern! Con música las letras entran mejor.
ResponderEliminarAbrazos variados.
Enhorabuena, gran metáfora de la indiferencia que acaba provocando a la humanidad hasta lo más insólito, cuando ya se convierte en rutina.
ResponderEliminarFelicidades, Ernesto, un relato muy bien llevado, simpático, con toque de realismo mágico en el que veo una crítica a las modas. Suerte a fin de mes.
ResponderEliminar