Cada día me peleo con mi sombra por seguir escribiendo. Disfruten del combate.
¡BIENVENIDOS A ESTE RING!
Tomen asiento, señoras y señores. ¡Bienvenidos a este ring! Griten, animen, protesten, expresen, alienten, inciten, espoleen, vociferen, pinchen, empujen, abucheen, aclamen, comenten, reivindiquen, pateleen, piten, abronquen, reprochen, aplaudan... ¡Esto es pasión por la literatura!
jueves, 20 de diciembre de 2012
58º ASALTO: OFF (Un cuento antes del fin del mundo)
miércoles, 5 de diciembre de 2012
57º ASALTO: BUSCO A HOLDEN CAUFIELD
Busco a Holden Caulfield. Tiene 17 años y una mancha gris en el pelo, aunque suele llevar gorra. Fuma y se expresa con tacos. He dejado su descripción en todos los multicentros. No será fácil dar con él. Fue creado hace más de 100 años, pero su perfil aún se corresponde con el de la mayoría de los adolescentes. Con Lolita fue más sencillo. La localicé en un prostíbulo ilegal de Alcorcón Las Vegas. Con su historial no hubiese podido acabar en otro sitio. Era tan bella como la había imaginado, aunque más alta. Cuando le dije que no existía, que solo era un personaje de ficción, se contorneó ante mí y se pasó la lengua por los labios: “Tú crees que esto no es real”, me dijo. Después se echó a llorar, me suplicó que no la borrase, que podía ser tan auténtica como yo. Reconozco que dudé. Sus lágrimas parecían tan sinceras. Me pregunto cómo hubiese sido hacer el amor con ella. ¿Hubiese distinguido sus gemidos de los de una prostituta de verdad? Ellos no saben que solo son personajes. Se creen reales, pero son falsos, producto de la mente de algún escritor. No podemos dejar que se mezclen con nosotros. Con el desarrollo de la tecnoliteratura y los libros virtuales estaban bajo control, pero tras el sabotaje del sistema bibliotecario universal unos pocos consiguieron liberarse. Me eligieron para identificarlos y borrarlos. Tuve que leerme cada libro, aprenderme sus rasgos, ponerme en su piel. Algunos apenas opusieron resistencia, como el coronel Aureliano Buendía. Lo encontré en la Plaza Mayor, desubicado, reclamando unas monedas a los turistas para comer. Él. Todo un coronel. Nunca debió salir de Macondo. Ya casi he logrado borrarlos a todos. Después de Holden, solo me quedará Mr Ripley: el más difícil. Es tan inteligente que intuyo que él sí sabe que es irreal. Lo he tenido cerca en muchas ocasiones, pero siempre se me escabulle. A veces, siento que sigue mis pasos y me observa. Quizás sea el cansancio. Hace semanas que me cuesta dormir y ya nunca sueño con ovejas eléctricas.
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