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domingo, 1 de enero de 2012

VIEJAS GLORIAS: AMAR PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD

Hoy cumplo un año sin fumar, para celebrarlo este viejo microrrelato sobre la dificultad de dejar de fumar o de amar,  que recibió el segundo premio en el certamen Palabras de Mujer, organizado por el Ayuntamiento de Logroño en 2007.

  

Ana sólo tenía un defecto, toda ella olía a tabaco: todavía no había apagado un cigarrillo y ya tenía encendido el siguiente. En la mesa del salón, con la televisión de fondo, el cenicero se llenaba de colillas. Cada vez que le pedía que lo dejase, me contestaba con evasivas. Pero el amor también se consume y un día la obligué a elegir: o el Marlboro o yo. Ahora, cada noche, antes de meterme en la cama, enciendo un cigarrillo. Cierro los ojos y doy una calada. Inspiro y la nicotina viaja a través de mi cuerpo hasta llegar a mis pulmones. Expiro y una nube de humo asciende por la habitación y se difumina en la blancura del techo. Después apago la colilla y la luz. El olor trepa por las sábanas. Sólo entonces consigo dormirme, abrazado a la almohada.

6 comentarios:

  1. Ya veo lo que eligió Ana... Enhorabuena por ese año sin fumar, que siga así.

    Besitos

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  2. La nostalgia es muy mala, Ern, te puede hacer engancharte a humos o almohadas.

    Abrazos sin dependencias.

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  3. Siempre he pensado que el olor es el mas evocador de los sentidos. He podido oler el olor a Malboro de ella. Genial.

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  4. Gracias, Elysa. Seguiremos alejados del tabaco. Cuando más me cuesta es cuando escribo.
    Lola, Nostalgia se titulaba un magnífico relato tuyo, creo recordar. ¿El de los fuegos artificiales? Siempre hay algo a lo que engancharse, ¿no?
    Manu, tu siempre has sido un gran olfateador de historias.
    Gracias, amigos.

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  5. Me gusta mucho, Ernesto... como dice Manu, el olor es muy evocador. Al menos quedó eso, fumarse un cigarro para recordarla.
    Abrazos

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  6. Si es que eres bueno, jodío. Me gustó el micro, sí señor.

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