¡BIENVENIDOS A ESTE RING!

Tomen asiento, señoras y señores. ¡Bienvenidos a este ring! Griten, animen, protesten, expresen, alienten, inciten, espoleen, vociferen, pinchen, empujen, abucheen, aclamen, comenten, reivindiquen, pateleen, piten, abronquen, reprochen, aplaudan... ¡Esto es pasión por la literatura!

sábado, 31 de diciembre de 2011

Y PARA ACABAR EL AÑO, UN REGALO: TRAINING DAY


Para cerrar 2011, os invito a leer Training Day, un libro en PDF que la Editorial LCK15 acaba de publicar y que, además de mi relato Valeria Valesnikova, incluye textos magnificos de Javier Albillo Candelas, Fernando Nuño y David Nieto.
Un anticipo a los libros que la editorial tiene previsto publicar el próximo año, el libro de relatos, La dictadura del amor, del menda, y las novelas Guitarras Oxidadas, de Fernando Nuño, y Tuyaux, de Javier Albillo Candelas.
Así que, si os gustan, ya sabéis: el año que viene más.
Podéis descargároslo GRATIS pinchando aquí, por cortesía de LCK15.
¡Que el 2012 nos traiga buenas historias que leer y contar!
¡FELIZ AÑO A TODOS!

martes, 27 de diciembre de 2011

43º ASALTO: LA SAGRADA FAMILIA

 
Cada vez está más alto. El día de Nochebuena, como cada año, mientras mi mujer prepara el asado en la cocina, él me ayuda a poner el nacimiento y entre los dos vamos colocando las figuritas: los alegres pastorcillos, los Reyes Magos, la Virgen María y ese San José que parece mirarnos con cara de circunstancias. Luego va llegando el resto de la familia y durante la cena, entre villancico y villancico, con alguna copa de cava de más, siempre hay alguien que le acaricia la cabeza y dice: cada día te pareces más a tu padre, y yo bajo la mirada y me como los langostinos en silencio. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

41º ASALTO: LA VECINA

El pie izquierdo no me quiere hacer ni caso. Se muere por sus falanges y cada mañana se levanta el primero, desafiando a la suerte, mientras, si por mí fuese, el resto de mi cuerpo se quedaría en la cama.  Acelera o frena el paso, hasta encontrarnos con ella en el ascensor y se aproxima disimuladamente a esas uñas pintadas de rojo que asoman por sus sandalias. Sueña con que la invite a cenar y escalar por su pierna bajo la mesa del restaurante, pero yo me conformo con vernos en el espejo del ascensor. Hoy el muy atrevido la ha pisado. Su marido calza un cuarenta y seis.