
Rompí nuestra foto de boda en pedazos y la arrojé a la chimenea. Cuando distinguí tu rostro entre el crepitar de las llamas, pensé que nos debíamos otra oportunidad. He conseguido salvar la mayoría de los trozos, pero con las manos vendadas me resulta imposible rehacer lo que teníamos.
¡Qué bonito! Esa imagen de las manos vendadas, la imposibilidad de rehacer la relación, vale un potosí.
ResponderEliminarAbrazos sin vendajes.
¡Enhorabuena Ernesto!
ResponderEliminarEste micro me parece absolutamente precioso. Eres mi favorito de esta ronda ;)
Saludillos
:)