Tú y yo podremos pasear juntos bajo ese cielo estrellado y dejarnos mensajes de amor cada mañana pegados en el frigorífico. También nos enjabonaremos el uno al otro la espalda y compartiremos el postre con la misma cucharilla, nos cogeremos las manos por debajo de la mesa y nos regalaremos ositos de peluche por San Valentín. Y si te empeñas, hasta recitaremos poemas de Neruda con la luz apagada mientras practicamos las posturas del Kamasutra, pero ¿quieres hacer el favor de quitarte los calcetines para meterte en la cama? O te juro que no me quedo ni a desayunar.
Qué bonito,... hasta los calcetines que me ha hecho soltar una carcajada, efecto sorpresa al 100%. Enhorabuena por tu participación, yo no logré hacer nada de esta frase, a pesar de intentarlo.
ResponderEliminarVeo, leo más bien, que la mayoría andáis metidos hasta el cuello en eso del encadenamiento de relatos. ¡Que sea para bien!
ResponderEliminarTe estoy muy agradecida por el regalo del libro de Hipólito G. Navarro. Me ha encantado.
Doble de besos.
Gracias, Sigrid. la frasecita se las traía.
ResponderEliminarLola, sabía que te iba a gustar. Y a ver si te animas y vuelves por el REC.
El amor frente a la erosión de la convivencia: si la resiste, siempre es a costa de perder las aristas.
ResponderEliminarSaludos.
Tal vez cuando cambien las bases.
ResponderEliminarTres besos voladores.