La distancia más corta entre el bar de la esquina y la puerta de mi casa es una línea recta, pero a mí me gusta volver haciendo eses.
Cada día me peleo con mi sombra por seguir escribiendo. Disfruten del combate.
¡BIENVENIDOS A ESTE RING!
Tomen asiento, señoras y señores. ¡Bienvenidos a este ring! Griten, animen, protesten, expresen, alienten, inciten, espoleen, vociferen, pinchen, empujen, abucheen, aclamen, comenten, reivindiquen, pateleen, piten, abronquen, reprochen, aplaudan... ¡Esto es pasión por la literatura!
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Pues si es cuestión de gustos y hay posibilidad de elegir... ¿O no es eso?
ResponderEliminar:)
jajaja
ResponderEliminarErnesto, de hecho, el camino más recto cuando se va ebrio son las eses, si tratas de ir recto verás a lo que me refiero... jajaja.
Abrazos!!!
Eses que pueden acabar con la puerta en las narices porque la parienta esté hasta las narices.
ResponderEliminarBesos puenteados.
Más que gustar es que el personaje no tiene más remedio, aunque puede que sea algo premeditado, claro. Muy bueno, las matemáticas cambian en los bares.
ResponderEliminarY yo que pensaba que lo que ocurría en realidad era que la cerveza hacía patente la curvatura del espacio-tiempo.
ResponderEliminarSaludos.